Fuiste posible en mis sentimientos
pero lo posible tiene su enemigo que se llama
desesperanza, y ahora, solo queda el recuerdo de lo que pudo ser.
El tiempo de la desdicha es cuando no finges
llorar y yo he corrido con la surte de llorar por ti, pero aun mis lágrimas son
dulces si las derramo en tu nombre; entonces seré feliz en un mundo de
nostalgias.